1/12/14

Cocinando organizaciones

¿No os pasa que hay un plato  que cuando lo coméis os produce una sensación terapéutica?Yo incluso la tengo mientras lo cocino. Hoy, lunes cocino uno de esos platos,  y en el transcurso, voy dándome cuenta, de que me he pasado el fin de semana "cocinando  esos platos" en el GAIT-lab2014.  





Preparo Porrusalda, uno de  mis platos favorito de invierno y el más emocional y terapéutico para mi. Se trata de un plato humilde, sencillo y nutridor, cuyo éxito se logra con un equilibrio perfecto entre el dulzor de los puerros, el neutro de las patatas y la sal del bacalao, formando una Trinidad indisoluble.  En este punto comienza la analogía de mi receta, ya que  la  Organización, el equipo y las personas, son también una trinidad indisoluble si queremos lograr el éxito sostenible en nuestra empresa.

Os contaré de  las porrusaldas que anduve cocinando este fin de semana, en el Hub Impact de Madrid. ...




...Fue  junto a un grupo de profesionales comprometidos genuinamente con su vocación  y personas ante todo. Llegados de  diversos ramos, educación, consultaría, servicios sociales, etc. Allí  cambiamos los gorros y los rodillos por pos-it y murales. Las "técnicas culinarias" eran aportadas por Eugenio Moliní, experto consultor  de diseño y gestión de procesos de crecimiento organizacional y promotor del colaboratorio junto a Miriam  Moreno.  (A los dos les dedico el film: Un viaje de diez metros, por que creo que sus enfoques van a la par de su argumento.  Al mostrarnos como avanzar desde el dolor y afianzarse en el trabajo colaborativo, lejos de los lideres endiosados.  Reconociéndonos en el otro, y finalmente en el Uno.)


En cocina sabemos que para lograr un plato en equilibrio necesitas conocer y respetar por igual, el sabor y aporte de los distintos ingredientes,  para lograr una diversidad de sabores sin que se opaquen entre si. Y haciendo la transcripción culinaria de esto  a lo organizacional, diríamos que la dirección,   no debe excluir de su "sabor-decisión" a los equipos y estos no deben neutralizar demasiado a las personas con su "sabor-objetivos" y que finalmente,  las personas deben aportar su"sabor-presencia" y todo ello debe suceder,  sin que la empresa pierda la nutrición-sostenibilidad que necesita.





El Gait, comenzó el viernes 28,  sabiamente instruidos al uso de las herramientas por Eugenio y con el enfoque de la vocación como "plato-tarea", descubrimos que así como de la fricción entre piedras sale el fuego,  desde esas mismas "piedras-obstáculos" conseguimos la vocación genuina. Que es el fuego con el que contábamos, para realizar la alquimia, que  los diferentes cocineros-profesionales",   íbamos a necesitar para  la receta humana que el sábado 29  elaboraríamos. 

En la primera receta de "porrusalda-organización" que cocinamos, el sábado29,  escuche a un compañero de tarea decir: "esto es un clásico". Yo asentí con mi cabeza su comentario, porque yo también he  visto suceder una constante en mi experiencia profesional y si me permitís para indicaros cual es, seguiré con la analogía.  En la receta de empresa, las  "patatas-equipo" no funcionan bien cuando los "bacalaos-directivos" pinchan y cortan sin contar con los "puerros-personas". Falta de  comunicación,  y ese  era  precisamente el problema de la primera receta que elaboramos.



Desafortunadamente en esta cocina-organizacional, también hubo prisas y terminamos  elaborando y sirviendo los platos con un cierto stress.  De hecho,  por momentos sentí que cocinábamos "porrrusaldas fast-foods". Aunque al parecer y por reconocimiento de los "comensales-organizaciones" que las tomaron, conseguimos que tuvieran su aporte nutritivo.




Ahora escribo y pienso,  que más allá de lo cocinado, me quedo con las personas que conocí y lo aprendido, que ha sido muchísimo y que me llevará tiempo digerir. Amistades y aprendizajes que iré desgranando sobre la tarea que tengo y desde la misma vocación que  reafirme ante aquellas valiosas personas que me arroparon para  que declarase  que mi pasión es,  incluir la diversidad de todos los ingredientes de esta "cocina-sociedad"  que hoy se encuentra tan dividida y atomizada,  e integrarla en la unicidad  del "Uno"desde el "Campo" de la tarea en que me ocupe. Para los que no entendáis lo del Uno y lo del Campo os adelantaré que en ese   "Bulli"-GAIT-lab  2014 (casualidades de la vida se hallaban los dos en Madrid al mismo tiempo), se han presentados estrategias de trabajo que innovan y se  adelantan  al actual modelo sistémico-social de trabajo. Porque estuve allí y lo viví,  puedo adelantaros que la nueva  "cocina molecular" de las organizaciones se dirige hacia el Uno.
Gracias a Azucena Vega  por la foto,
 por guiarme hacia estas cocinas
 y sobre todo
por cocinar conmigo codo a codo.


Finalmente  y aunque he de reconocer que el plato fuerte y estrella del fin de semana, que no era otro que la confección de la receta del propio GAIT,  no la pudimos terminar, por falta de tiempo e incluso de una clara  intención, (diría yo). Con todo ello,  doy las gracias a Eugenio, a Miriam a todos los participantes, por la oportunidad de experimentar, de instruirnos y espero con todo el anhelo que me mueve a cocinar, el reencuentro con estos sabios "cocineros-troyanos" (cuya amistad espero conservar como las más caras especias) todos de envergaduras magistrales en lo suyo, y poder acometer la tarea con la claridad del "ingrediente-vocación" y  de lo más importante su "comensal-intención" . Porque cuando cocinas desde la vocación,  lo único que te hace falta es saber para qué y para  quien se cocina hoy.


Por cierto, ya esta terminada...buen provecho!






2 comentarios:

  1. Muchas gracias por este mural fresco, creativo, chispeante, lleno de color ¡de vida! que no silencia sin embargo un anhelo de "sentido" ¿para qué cocinar? ¿para qué la convocatoria Gait de Madrid? ¿para qué teoria perfecta que no se lleva a la vida? ¿Gait-Gait... a qué se invitaba realmente porque fue en un 95% formación?... Un abrazo grande, Antia, Pilar... ¡¡Aula de Chefs!! San Sebastián, 6 grados, lloviendo.

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    1. Mi querida Azucena, tienes que perdonarme, pero no había revisado mis comentarios, no tengo activada la publicación automática. Ahora lo publico y te respondo que comparto tu sentir y mi reconocimiento a que lo que como experiencia significo para mi, no hace sombra a la ausencia de lo que esperaba y no recibí. Espero que esa posibilidad aparezca de nuevo, estaré atenta para no proyectar ningún traje de emperador. Un abrazo enorme, siempre presente.

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